Los Titiriteros sacan la fiesta a la calle. Músicos, rapsodas y polichinelas la recorren al son de gaitas y chirimias, recitando romances o asombrando a todos con sus habilidades.

Los clásicos lo son por su capacidad de resultar contemporáneos en cualquier tiempo. Pulgarcito es un cuento en el que un niño menudo e ingenioso salva a todos sus hermanos y a su familia, después de que sus padres desesperados hayan tenido que abandonarlos en el bosque por falta de recursos.

Un espectáculo de Zirika Zirkus, de teatro-circo, donde conoceremos a todos los personajes que hacen posible una película... ¡de cine!

Espectáculo participativo en el que los niños y niñas son escuchados, pueden jugar, probar y transformar. Hay un tiempo para ser espectadores y otro para actuar, mirar, escuchar, participar y descubrir, rodeados de estímulos que lo hacen posible.

Felipe es tramoyista de un antiguo teatro de guiñol. Es el "manitas" que pone a punto todo lo necesario para las representaciones. Pero además conoce a fondo, como no podría ser de otra manera, a todos los personajes que en él aparecen.

Viento Pequeño emprende un viaje por los grandes vientos, los vientos que mueven los molinos, los que traen las lluvias, los que llevan a los barcos surcando los mares…, pero Viento Pequeño no se acompleja porque sabe encontrar el oficio que le hará feliz.

Un transeúnte que duerme entre cartones, ayudado de toscos y rudimentarios objetos, relata la historia de la balsa donde pesca una cigüeña. Él mismo cree ser una cigüeña. ¿Está loco?

Las conocidas fábulas en las que aparece la astuta raposa como protagonista, nos sirven de excusa para plantear esta metáfora sobre la relación del ser humano con la naturaleza.